La sostenibilidad está en nuestros genes

Cuando en 1964 DW Reusables fabricó por primera vez una caja reciclable, no lo hizo para respaldar sus objetivos de sostenibilidad, sacar brillo a nuestras credenciales ecológicas ni hacer gala de nuestro enfoque cradle2cradle. La mayoría de esos términos no existían en aquella época y ciertamente no se entendían de la forma en que se hace ahora.

Sí comprendimos que el proceso tenía sentido para nosotros, nuestros clientes y nuestro planeta. Buscábamos fabricar un producto resistente con décadas de vida útil. Concebíamos el término de una larga vida útil del producto como el momento perfecto para reutilizar los materiales en la fabricación de un nuevo producto, en lugar de considerarlos meros residuos.

También dedujimos a tiempo que un negocio precisa siempre de una gran fuerza innovadora para disfrutar de años de éxito. Tras más de 50 años en el negocio, esas reglas no han perdido ni un ápice de validez.

Defendemos que el mundo debe adoptar una economía circular. Siempre hemos defendido este concepto, incluso si no siempre hemos tenido las palabras adecuadas para expresarlo.

De hecho, solo fabricamos productos 100 % reutilizables y 100 % reciclables tras una larga vida útil. En un mundo de recursos limitados, nuestra responsabilidad es asegurar un medio ambiente sostenible para las próximas generaciones, fabricando productos que ofrezcan décadas de uso y vida útil.

Por estos motivos, seguimos enorgulleciéndonos de fabricar productos reutilizables que ofrecen décadas de uso. También seguimos innovando en materia de embalajes listos para usar, tan urgentemente necesarios en un mundo inundado de plásticos de uso único.

También fuimos la primera empresa del mundo en fabricar una caja con material 100 % postconsumo. Actualmente continuamos perfeccionando nuestro enfoque circular con iniciativas como nuestras unidades de rectificado móviles, que facilitan al máximo el reciclaje para nuestros clientes.